lunes, 18 de agosto de 2008

TRANTRANNERS EN LAS CUMBRES

Hola, ya estamos aquí de nuevo. Surcando las cuambres, cerca de las nubes, conseguimos la meta que nos habíamos propuesto: llegar a todos los controles antes del tiempo mínimo. A la Machota llegamos en 45:37; no tuvimos problemas ya que estábamos más frescos que una lechuga y no hacía nada de calor. Después de esperar un cuarto de hora nos lanzamos cuesta abajo para evitar coincidir con los compañeros que subían, pero como salimos con un número bastante alto (el 96) tuvimos que bajar despacio. Al Pico del Fraile llegamos el 22:11 y la espera no se hizo muy larga. La única frustración que teníamos es ver cómo salían minutos antes que nosotros a muchos equipos que habíamos adelantado en la subida. Nos lanzamos cuesta abajo y aunque nos despistamos un poco llegamos a la Cruz Verde y a continuación iniciamos el ascenso al San Benito, al que coronamos en 37:06. Ahí, Gerardo nos tenía preparados unos Acuarius y Manolo nos obsequió con sus famosos tomatitos del San Benito, amén de un plato com chicharrones y choricillo. La temperatura era de 8 grados pero la sensación térmica debía ser de 2 ó 3 como mucho, ya que casi nos congelamos. Después de veintitrés interminables minutos nos dejaron partir hacia el Risco Alto. Nos lanzamos como locos para ver si entrábamos en calor y en verdad que lo conseguimos al alcanzar las primeras rampas de subida. Llegamos a los 43:04 minutos y otra vez a esperar y a ver cómo se nos escapaban todos aquellos a los que habíamos adelantado. Nos dieron la salida y esta vez sí que teníamos que ir rapiditos ya que sólo teníamos treinta minutos para llegar en el mínimo. Pusimos la locomotora en marcha y llegamos al Cervunal en 25:00. El tiempo arrastrado, es decir, descontando las paradas obligatorias por llegar antes del mínimo fue de 2:52:58. No estaban los puestos instalados y tuvimos que esperar a que lo estuvieran para poder degustar la tradicional ensaladilla y pollo asado. Después de una breve estancia, nos volvimos a casa más contentos que unas pascuas. Por cierto, han llegado a mis oídos que Sebastián no la quiere volver a hacer corriendo. Que se lo cree él: El año que viene mejor, y más rápido, que hay que bajar de 2:50 por lo menos.

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