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Por fin estrenamos las nuevas camisetas que parecieron darnos alas. La hora, casi torera, las 15:30 del 29 de julio de 2008, el sol en todo lo alto y seis valientes, seis, iniciaron sin miedo una ascensión continua de 11,5 kms. con rampas con desnivel superior al 18%. Después de que algunos soltaran lastre (atención a algunos paquetes artificialmente engordados ya que no es oro todo lo que reluce) todos conseguimos el objetivo: nosotros sobre la cabeza del gigante, el Monasterio a nuestros pies y sólo el cielo osando permanecer por encima de nuestras cabezas. La bajada, trepidante, nos devolvió plácidamente a nuestro punto de salida donde Jorge no permitió que Barbereitor esprintara sibilinamente. Mención especial a Jorge que como un súper valiente afrontó sin complejos la brutal subida. También es justo nombrar a Noel que sólo fue llorando la mitad del recorrido (¿qué fago eu eiquí?, yo me compro una camiseta blanca, ¡ay! mis rodillas). Ambos dos se superan salida a salida. Esto no es más que el comienzo y tras la Travesía de las Cumbres Escurialenses (que haremos corriendo algunos de nosotros) nos vemos en el inicio de la temporda en Salamanca, donde todos los miembros del equipo tienen que asistir a su Media Maratón sin excusa ni pretexto. | |
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